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l 35% de la producción mundial de alimentos depende de estos pequeños insectos, dado que la polinización de todas esas plantas es efectuada directamente de ellos. No sólo sufrirán un descenso el número de plantas de nuestros jardines, sino que alimentos tan básicos como el tomate desaparecerán. «Un mundo sin abejorros sería silencioso, triste y más pobre”, lamenta el biólogo Jeremy Kerr.

Kerr ha investigado y analizado 423.000 observaciones de abejorros pertenecientes a 67 especies en Europa y Norteamérica, tomadas por expertos e instituciones a lo largo de más de un siglo, llegando a la conclusión que el calentamiento global está expulsándolos de sus hábitat originales y provocando su extinción.

A diferencia de otras especies como las mariposas, los abejorros no migran, sino que su rango de distribución mengua. Son polinizadores característicos de climas fríos, hacia los trópicos son más diversas las abejas. Estas sólo pueden volar a temperaturas superiores a 13 grados pero el abejorro lo puede hacer a partir de 2 grados.

Las regiones más afectadas del planeta comprenden el sur de Europa y Norteamérica. Siendo lugares como España, Italia o Francia las que padecen un grado mas alto de pérdida de especímenes. También han argumentado que el uso de pesticidas como los neonicotinoides no han influido en esta desaparición generalizada, pues ella es muy evidente incluso en zonas donde no llega la agricultura o la acción humana.

Kerr propone una “migración asistida” para colonizar regiones menos cálidas en el norte. “Esto nunca se ha intentado a escala continental ni para un grupo grande como este, pero hemos llegado al punto en el que es necesario discutirlo”, afirma.

El estudio hecho por el biólogo Jeremy Kerr será presentado estos días en la revista Science.

Fuente: El Pais

 

 

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