E

l juzgado de lo Penal número 1 de Valencia (España), ha absuelto de un delito de «maltrato animal» a un ciudadano al cual acusaron de echar sal en los ojos de su perro. Por lo visto, con la intención de curar una infección que arrastraba el pobre perro desde hacía tiempo.

El ministerio fiscal solicitaba nueve meses de prisión, cantidad que ascendía a un año por la acusación ejercida del Partido Animalista  y la anterior  propietaria. El juez mantiene que no se puede considerar probado que en junio de 2011 cuando le fue entregado el perro, éste lo hubiera maltratado e incluso dejado de proporcionar alimentos y cuidados.

Parece ser que la perra padecía una Hypoderma (infección de piel) y que fue el propio animal el que se ocasionó las heridas al rascarse. Además no se ha tenido en cuenta la declaración del veterinario por no haber analizado los restos de “cristales” que se encontraron en los ojos del perro, desmontando la teoría de que fuera sal.

Concluye la sentencia que «no es cierto, tal y como sostienen las acusaciones particulares, que la perra presentara las lesiones que aparecen reflejadas en las fotografías durante un tiempo prolongado (varios meses), sino que la infección empezó a evolucionar y a empeorar pocos días antes de ser explorada por los veterinarios en diciembre de 2011″.

Actualmente la perra se encuentra en una protectora, donde fue abandonada por su propietario, alegando que no podía hacerse cargo de los gastos veterinarios. Y la sentencia lo exculpa señalando, “que la demora en solicitar la ayuda de terceras personas para atender debidamente a la perra, puede ser merecedora de reproche penal en los términos sostenidos por las acusaciones, no debiéndose entrar en reproches éticos o morales que, en todo caso, quedan fuera del ámbito penal».

Fuente: El Pais

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