«Los gatos son espíritus que han bajado a la tierra. Estoy seguro de que un gato prodría caminar sobre las nubes sin traspasarlas»
Julio Verne
H
ola a todos y gracias por seguirme otra semana más. Para los que aún no me conocéis mi nombre es Garfield y esta semana nos vamos a hacer un recorrido histórico para contaros la vida y que haceres de un primo mío, el gato angora turco.

Octavio Augusto (63 a.C. -14 d. C.)
Los registros más antiguos donde se habla de este gato, datan de la época romana y en concreto de su primer emperador Octavio Augusto (63 a.C. -14 d. C.), el cual define a su gata blanca de Angora como “delicada y refinada. Noble e independiente de espíritu». Incluso se cree que sobre el siglo X, y de regreso de sus correrías, los vikingos llevaron a los países nórdicos alguno de estos ejemplares; lo que tal vez refuerce la teoría de que otras razas de felinos como los Bosque de Noruega tuvieran a los Angora como uno de sus antepasados.
Cuando Constantinopla cayó en manos de Mehmet II (ò Mohamet) en 1453, el Imperio otomano comenzó su edad de oro. A la anterior capital bizantina se le dio el nombre de Estambul, y se convirtió en el centro de un enorme imperio que en su máximo esplendor hacia 1680, ocupaba de Argelia a Persia y desde Hungría a Arabia. El Imperio otomano, fundado por Osmán I en 1301 el cual comenzó su extensión por Europa ochenta y ocho años después, prosiguió en el reinado de Mehmet II con doce reinos y doscientas ciudades de Anatolia y de los Balcanes.
Se especula que en esa época los gatos Angora bajaron de las frías montañas de Persia para tomar posesión de zonas más cálidas en estos nuevos territorios, aunque ésta es una de las teorías menos aceptadas con respecto al origen de éste minino. Por otra parte, hay muchos que sugieren que evolucionó a partir de la cría del Felis Manul (gato salvaje) en China y Tartaria, desde donde llegó a Turquía; pero no hay ninguna prueba o evidencia científica de esta posibilidad. Y por último la gran mayoría dan crédito a la teoría más aceptada, la cual explica la transformación de una antigua raza de gatos domésticos afincados en el sur de Rusia (Cáucaso) que desarrolló un largo pelaje para defenderse de los terribles fríos invernales. Esta raza llegó hasta Persia, India y Asia Menor (la actual Turquía) entre los siglos IX y XI, en las caravanas de los mercaderes que cruzaban Turquía e Irán. Los mercaderes veían y ven a estos gatos como un símbolo de pureza, refinamiento y riqueza, especialmente los vendedores de alfombras que tienen a sus Angoras Turcos en las tiendas y almacenes.
Metidos ya de lleno en el siglo XVII, el explorador italiano Pietro Della Valle (1586-1652), intrigado con estos gatos fue el primero en describirlos documentalmente, lo que hizo que el naturalista francés Nicolas-Claude Fabri de Peiresc (1580-1637), discípulo de Galileo, llevara algunos ejemplares de Turquía a Francia convirtiéndose en el primer criador de la raza en Europa. Y no pueden ser una sin dos, que la aristocracia francesa y por ende la europea quedaron prendados de ellos. Algunos ejemplos son los catorce gatos de Richelieu (uno de ellos regalado por Fabri al cardenal), los de los reyes Luis XIII Y Luis XVI, sin olvidarnos de Maria Antonieta que poseía cinco ejemplares los cuales viajaron a América y se cree que son unos de los ancestros de los Maine Coon.
Llegado el siglo XIX y alcanzando una gran popularidad en Inglaterra, la cual ya venía sostenida dos siglos atrás, se comienza a experimentar con la mezcla de razas, cruzando ejemplares de British con gatos de Angora, lo que dio como resultado la raza Persa. Como pasó con otras razas en Europa una vez comenzadas las guerras de principio del siglo XX, los especímenes europeos quedaron al borde de la extinción lo que hizo que el Zoo de Ankara (actual capital de Turquía) acogiera a varios ejemplares para preservar la raza. Así en 1973 tras experimentar nuevamente un auge en el número de ejemplares, la Cat Fancier Association (CLS) reconoce los Angora Turcos como raza, sumándose la Federación Felina Internacional en 1988.
No es una raza muy popular de gatos pero es el pilar en la historia de muchas otras razas felinas como el Noruego, el Siberiano, el Persa o el Maine Coon. Así que ya era hora de darle a este gato el sitio que le corresponde como una de las pocas raza naturales que existen en la actualidad. Y llegados a este punto vamos a contaros como es el gato Angora Turco.
CARACTERISTICAS
Como su nombre indica, el Angora Turco es originario de Ankara (Turquía), donde los ejemplares blancos de ojos dispares denominados Ankara kedi, son el símbolo tradicional de la pureza; considerados por el pueblo turco como su tesoro nacional y son descritos como ”regalos de Alá” o “tocados por Alá”. Curiosamente, hay un nombre específico para muchas de las variedades de color del Angora Turco: sarmen si se trata de un rojo tabby, o teku si nos encontramos con un silver tabby.
Tiene una cabeza entre pequeña y mediana con forma triangular donde su hocico además de redondeado es lago, resaltan sus ojos por su color azul o impar (uno azul y otro naranja o verde), aunque actualmente son aceptados todos los colores. Sus orejas aunque anchas en la base acaban en punta, teniendo éstas un penacho de pelo con los linces.
El pelaje de la raza suave, fino y sedoso, es semilargo sin subpelo. Más largo y grueso en la zona del cuello, bajo la tripa y en la cola y con tendencia a ondularse en la parte inferior. Éste se desarrolla completamente tras el primer año de vida y alcanza su plenitud a los 4 años de edad. Durante muchos años solo el color blanco era reconocido, pero debido a los múltiples problemas de sordera que se originaban en los cruces entre gatos blancos, pronto se reconocieron otros colores como azules, crema, negros, rojos, carey, tabbys, e incluso bicolores. Los únicos que no se reconocen son los punto de color y los lila.
CARÁCTER
Es un gato muy curioso con mucha determinación y cabezota en cuanto a sus ideas. Dado su carácter enérgico se debe controlar desde pequeños y como es un gato bastante inteligente y que acepta bien las órdenes es recomendable iniciar la educación desde muy pequeños.
Le gustan los juegos aunque no es aconsejable un contacto directo pues al ser un poco bruscos te pueden arañar sin querer. En un gato muy curioso, sociable y que crea unos vinculos afectivos muy grandes, cogiendo mucho apego a la familia con la que convive. Por eso se dice que los Angora Turco son gatos de un solo dueño.
Como curiosidad, destacar que algunos ejemplares son muy buenos nadadores y les encanta comunicarse a través de sus maullidos.
ENFERMEDADES
Sordera genética
La sordera es una aflicción común de los gatos de angora turco. Sin embargo, todos los gatos blancos con ojos azules son propensos a este problema. Los de angora con un ojo azul y otro verde o amarillo también pueden perder su oído pero sólo hacerlo en el lado con los ojos azules. Un gato total o parcialmente sordo se adaptará a la situación, aprende a interpretar las vibraciones en lugar de los sonidos. Los gatos con deficiencias auditivas también aprenden a depender más de sus sentidos visuales y olfativos.
Linfoma
La linfosarcoma o linfoma es un cáncer que involucra a la sangre del gato y sistema linfático, que es importante para el sistema inmunológico del animal. Los tejidos linfáticos en el bazo, tracto gastrointestinal, hígado, piel y ganglios linfáticos pueden verse afectados. Los síntomas incluyen problemas respiratorios, tos, vómitos, diarrea o estreñimiento, debilidad o pérdida del apetito. Las heces o la orina sangrienta, así como los ganglios linfáticos inflamados en el cuello puede ser evidentes. Aunque la cirugía, quimioterapia o radioterapia están disponibles, estos tratamientos sólo retardarán la progresión de la enfermedad. Los gatos que viven en hogares de fumadores también son propensos a esta enfermedad.
Cardiomiopatía hipertrófica
La cardiomiopatía hipertrófica felina, o CHF, es una enfermedad genética del corazón que hace que las secciones del músculo del corazón se endurezcan, interfiriendo con su capacidad para latir. Los síntomas, que pueden o no obviamente presentarse, pueden incluir falta de apetito, pérdida de peso, náuseas o tos, problemas respiratorios y letargo. Los gatos en una etapa avanzada de la enfermedad muestran secreción nasal, jadeo con sus bocas abiertas y pálido superficial. Otro síntoma grave es repentina parálisis de las patas traseras, lo que podría indicar un coágulo de sangre en la espalda. Este síntoma requiere atención veterinaria inmediata. Si se detecta a tiempo, la enfermedad puede ser tratada médicamente, con un pronóstico de hasta cinco años o más. Los gatos ya en la insuficiencia cardíaca también pueden sobrevivir hasta dos años. Incluso los gatos que han arrojado los coágulos de sangre han vivido hasta dos años, aunque el pronóstico es generalmente pobre.
Ataxia
La ataxia es una enfermedad neuromuscular mortal conocida sólo por afectar a los gatitos de angora turcos. Los síntomas comienzan a las cuatro semanas de edad con temblores y un andar borracho, inestable y se convierten rápidamente en una total falta de control muscular voluntario. Hay tres formas distintas de ataxia: la ataxia cerebelosa está causada por el área del cerebro que controla la coordinación y el equilibrio, provocando un tipo de paso de oca al caminar, la ataxia vestibular ataca a los nervios circundantes y al oído interno que causa una inclinación de cabeza, caminar en círculos y caerse de manera frecuente y la ataxia sensorial, que ataca al cerebro, la médula espinal y los nervios circundantes, haciendo que el gato intente equilibrarse de pie y caminar con sus patas separadas. La ataxia también puede ser el resultado de un desarrollo genético anormal del cerebro. No existen tratamientos o curas para esta enfermedad siempre mortal.
Rótula luxada
La rótula luxada está causada por una malformación de la articulación de los huesos de la rodilla, permitiendo que la rótula se mueva dentro y fuera de la posición. Esta es una enfermedad congénita particular a los gatos de angora turcos. En casos severos, la rótula puede permanecer permanentemente fuera de la articulación. Según PetMedsOnline.org, los casos leves de la enfermedad deben medirse por un veterinario. En casos graves, puede necesitar cirugía para mover la articulación en su lugar antes de que se estabilice. Como no existe prevención para este problema congénito, los gatitos deben ser examinados por un veterinario antes de la adopción o de la compra y los gatos maduros no deberían reproducirse.
CURIOSIDADES
Cuenta una leyenda, que la gata favorita de Mahoma, Muezza, estaba profundamente dormida sobre la túnica del profeta, cuando alguien le llamó. Entonces, para no interrumpir el descanso de su animal favorito, cortó su túnica y abandonó la habitación muy despacio, con extremo cuidado y volviendo la vista hacia atrás enternecido.
La relación del Islam con los gatos es muy curiosa: un devoto de Mahoma debe respetar y cuidar a todas las criaturas de Alá. Debe alimentarlas, pero no permitirles que compartan su mismo espacio vital. Por esta razón, los mercaderes turcos, tienen a sus Angoras Turcos en sus tiendas y almacenes. Este gato es también un símbolo de cierto «status» social y se considera que, si alguien te lo regala, te concede un gran honor.
me ha gustado mucho Es muy interesante Os sigo Maria y Garfiel
GRACIAS MARÍA Y GRACIAS GARFIELD:
Nuevamente me quito el sombrero para darte la enhorabuena por el excelente artículo que has publicado. «Garfield» es un honorable compañero de líneas bien escritas, felicidades también a él. Gracias por el tema que has tratado pues el «Angora» no es una raza demasiado conocida, yo el primero que vi en mi vida lo tenía la abuela de un amigo del colegio, hacia la segunda mitad del siglo XX, era un gato precioso, elegante, de mirada azul profunda, independiente y bastante mala «fondinga», arañaba cuando menos te lo esperabas, por lo menos a nosotros que eramos unos niños bastante inquietos, se conoce que cuando sacaba sus uñas era para avisarnos que el era un «alfa» en la familia.
Fantastico artículo. Enhorabuena y seguir así.