Por qué nuestro gato ronronea?
E
s todo un misterio. Alrededor del conocido sonido felino del ronroneo se ha tejido un aura casi exótica que ha hecho que, desde tiempos inmemoriales, se le haya asociado a propiedades extrañas y curativas. Pero, Qué hay de cierto en todo ello?
Actualmente, y gracias a los avances en ciencia e investigación, se ha llegado a desvelar parte (sólo parte, eso sí) del misterio.
En la Universidad de Carolina del Norte (UCN), la doctora Elizabeth Von Muggenthaler ha realizado un estudio pionero en bioacústica. Que el gato emite ese sonido característico entre los 25 y 40 Herzios por segundo es algo que ya se conocía desde hacía décadas, pero Elizabeth ha descubierto que esas frecuencias se mueven casi en el mismo rango que las que usan los modernos aparatos electrónicos para los tratamientos de rehabilitación en casos de fracturas oseas.
Es algo interesante ya que es también sabido, para cualquiera que tenga uno de estos peludos, la capacidad innata e increible que tienen para «autorepararse» sus propias lesiones articulares en tiempo casi record. Así pues, esta correlación está dando que hablar aunque, evidentemente, no demuestra que realmente tenga efectos beneficiosos sobre los huesos humanos.
Todo este hallazgo se encuentra en fase embrionaria por eso, Flor Desaal, veterinaria y especialista en gatos lo deja muy claro:
«No existen evidencias científicas que corroboren que las personas que tienen un gato cerca que ronronea disfruten de los mismos efectos terapéuticos que se sabe que tienen para el propio felino, entre otras cosas, porque se desconoce si esa vibración es capaz de atravesar tejidos»
Lo cierto es que cualquier gato, desde el más común hasta el de mayor pedigree, nace con la capacidad genética de producir ese curioso ruido desde los primeros 15 días de vida. Es algo tan peculiar que ningún felino hace algo similar. De hecho sólo los mapaches emiten un ronroneo de manera algo similar.
Tenga o no propiedades terapeuticas, es evidente que ese sonido produce un bienestar y una placidez muy agradable, tanto al gato como a su propietario, por lo tanto… sigamos disfrutando del mismo!
Fuente: El País
Ambiguo … el título no concuerda para nada con el artículo y en resumen todo queda en suposiciones
Todos los felinos que no rugen ronronean, es decir, todos los felinos pequeños y los dos grandes felinos que no rugen: el guepardo y el puma. Los que rugen no pueden ronronear y viceversa por la distinta anatomía y funcionalidad del hueso hioides. Los gatos segregan endorfinas al ronronear, porque lo que ronronean cuando están contentos (lo que crea un círculo vicioso: ronronean al ver a su «dueño» porque se ponen contentos y las endorfinas aumentan el vínculo al hacerle sentir aún mejor; lo mismo pasa cuando una gata amamanta y ronronean tanto ella como los gatitos) y también cuando tienen miedo o alguna enfermedad, ya que la secreción de endorfinas le hace sentirse más a gusto y reducir en cierta medida el dolor o molestias. Por lo tanto, no sería raro que el artículo tuviese razón en que le ayuda a curarse de problemas articulares, etc.