Su nombre es Kas, pero aún no saben su raza.

 

E

stas navidades Joseba López Goñi y su familia tendrán en su casa un nuevo miembro de la familia, pues además de alegrar sus vidas formará parte activa en el cuidado de Joseba.

ANUNCIO COCODISEÑO COMBI NANO XL 4Este vecino de Sarriguren, Pamplona (España), de 35 años, sufre desde los cuatro años una diabetes mellitas tipo 1. Una de las formas más agresivas de esta dolencia.

Además de no generar insulina su páncreas, este tipo de diabetes le provoca estados agresivos en los que se niega a tomar la medicación, no recordando lo que hizo en los momentos de las crisis.

Por este motivo, hace un año acudieron a la Fundación Bocalan, dedicada a terapias con animales, los cuales derivaron a la familia a sus instalaciones en Aranjuez donde entrenan a perros para diabéticos.

La base de este adiestramiento son las muestras de sudor, aliento y saliva, unas 250 en total, que Joseba debe recoger. En algunas de las ocasiones en las que su nivel de glucosa es bajo, manipula una gasa estéril -de diferentes marcas cada vez con el objetivo de que el animal discrimine los olores-, en la que deposita esos fluidos y que guarda en un bote que introduce de forma inmediata en un congelador empleado únicamente para esta tarea. Cada vez que guarda una muestra, apunta la fecha y la hora de la recogida, así como qué ha comido antes y si ha practicado deporte. Todas son enviadas a Madrid por servicio rápido y hielo seco para que Kas se sociabilice con el olor.

Los entrenamientos de perros para esta labor comienzan cuando los peludos tienen en torno a un año, y suelen utilizarse perros que poseen olfatos mas desarrollados como pastores alemanes, labradores o perros de caza.

El adiestramiento, al principio, se realiza en sesiones cortas de cinco o diez minutos, seis o siete veces al día. Mas adelante, pasan a adiestrarlo cada dos horas tanto de día como de noche, explica Morgan Martín Paupe, coordinador del proyecto, para que el perro aprenda que debe acercarse constantemente al paciente que cuida.

La técnica que se aplica se basa en las teorías de Pávlov, se realiza como un juego para los perros. Se activa su instinto con un refuerzo positivo (juguetes o comida), que obtiene si detecta niveles de glucosa bajos y alerta con ladridos.

«Cuando el perro ladre, Joseba comerá y así no llegará a niveles peligrosos de 30 o 40 miligramos», explica Rakel la mujer de Joseba.

Bocalan ha entrenado a unos doce perros de alerta médica en el resto de España, y Morgan asegura que los resultados son satisfactorios:

«Aportan seguridad, sobre todo a los padres de niños enfermos o a adultos que viven solos y que, sin la ayuda del animal, pueden no enterarse de que sufren una hipoglucemia nocturna».

Fuente: Diario de Navarra

 

 

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