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ómo está el patio últimamente, verdad?

Para dar más tonillo a todo el percal se ha sumado hace días Puskin, el bonito Schnauzer que tenía el rey Felipe VI. En realidad la cosa es antigua, de ahí lo de… tenía. Según el sempiterno cronista de andanzas y demás chascarrillos palaciegos, Jaime Peñafiel, cuando la actual Doña Leticia comenzó a convivir con el monarca, uno de sus ultimatums fue el echar fuera de la casa a Puskin.

La cosa debió ser algo así como: O él o yo. Y claro, al final del rifirafe Puskin acabó durmiendo «al raso».

Aunque es entendible… la casa se le hacía pequeña a Leticia.

 

 

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