Un caluroso día de verano en un parque para perros y dos mujeres conversando animadamente…
Una le comenta a la otra si conoce lo que es el síndrome del perro negro
Entretanto en el banco de al lado el fotógrafo profesional de mascotas, Fred Levy, atiende perplejo a la discusión
L
a cosa hubiera quedado en una mera anécdota si no fuera porque Levy no pudo quitarse la charla de la cabeza durante días. El llamado «síndrome del perro negro» existe, y es una especie de «maldición» o superstición que desgraciadamente acompaña a los perros de ese pelaje. Lo cierto es que ya sea por ello o por la creencia de que ese tipo de perros son más agresivos, la gente los adopta en mucha menos cantidad.
Levy, que desconocía ese síndrome, no se lo pensó dos veces e inició el llamado «Black Dogs Project» (Proyecto perros negros). La cosa consistía en sacar fotos de ese tipo de perros sobre fondo negro. Se trataba de resaltar la belleza de los perros de por sí, es decir; dejar a un lado el color de su pelo y centrarse en sus ojos, expresión, personalidad, etc. Fue un trabajo arduo, laborioso y casi artesanal ya que las sesiones fotográficas se realizaban en el sótano de su casa, donde vive con su mujer y sus dos hijos. De vez en cuando, Toby, su Terrier blanco y negro lo observaba con curiosidad. Finalmente subió todas las fotos y el trabajo a la red.
El contenido se volvió viral desde el principio. Él sabía que su material le encantaría a los amantes de los perros y a sus propios compañeros de profesión, los fotógrafos. Y contribuyó a su principal objetivo: Llamar la atención acerca del síndrome del perro negro y sus consecuencias.
Actualmente, y en vista del éxito de su propuesta, Levy ha decidido publicar un libro sobre el asunto titulado «Black Dogs Project: Extraordinary Black Dogs and Why We Can’t Forget Them» (Proyecto perros negros: perros negros extraordinarios y por qué no podemos olvidarnos de ellos), cuyos beneficios irán a una asociación de perros labradores… negros, por supuesto.
Fuente: Associated Press (AP)