A
sí lo denuncian los investigadores José María Gil y Emilio Virgós en la revista Quercus tras detectar que la principal población silvestre de lince ibérico, la de Andújar-Cardeña, en Sierra Morena, ha perdido más de cien ejemplares en los últimos años por una deficiente gestión de esta especie.
Ambos afirman, que el descenso en la población del lince no solo se debe a la epidemia que esta diezmando la población de conejos en la zona donde habita la población silvestre del lince ibérico en Andujar – Cardeña (Sierra Leona), sino que también ha sido por erróneas decisiones de los responsables del programa LIFE (programa para la consevacion del lince), ya que se ha suspendido desde 2011 los programas de manejo del conejo.
Si es cierto que los responsables en esta materia en la Junta de Andalucía han vuelto a soltar conejos silvestre en noviembre de 2013, pero ha sido una decisión demasiado tardía y que solo se ha tomado tras ver el grave descenso en la población del lince ibérico. Un panorama desolador que en zonas como el rio Yeguas ha provocado el descenso hasta de un 60% en la población de conejos, por lo que piden una “medida urgente, necesaria e indiscutible”, para que no siga descendiendo el número de ejemplares de lince que en el parque natural de Cardeña (Córdoba) se salda ya con la pérdida de cinco hembras reproductoras.
Por otra parte, argumentan que esta situación catastrófica para el lince se intenta tapar sumando los felinos introducidos en Guadalmellato (Córdoba) y Guarrizas (Jaén) a la población de Andujar-Cardeña para que no se note el descenso y así suavizar con dicha aportación el conjunto poblacional.
El último censo oficial, de 2014, cifró la población silvestre de Doñana en solo 80 linces, 14 menos que el máximo de 2013 y una cifra desconocida desde 2010, pese a haberse reforzado en los últimos años con ejemplares de Sierra Morena.
En Andújar-Cardeña se censaron 161 ejemplares el año pasado, 41 menos que el máximo de 2011 y una cifra que retrocede al nivel de 2008.
Estas caídas de las poblaciones silvestres han coincidido con las reintroducciones de linces criados en cautividad en Guadalmellato y Guarrizas (Andalucía), Extremadura, Castilla-La Mancha y Portugal. De los algo más de 300 linces censados en el medio natural en toda la Península Ibérica, al menos 100 proceden de la cría en cautividad.
Tras dicho informe ambos investigadores solicitan que se apruebe un gabinete de crisis con participación científica independiente y amplia para buscar ideas consensuadas y vinculantes ante esta grave situación. Asimismo piden un plan de emergencia eficaz, contundente y por supuesto urgente para evitar que el grave deterioro en el número de ejemplares de lince ibérico no suponga una nueva crisis para la perpetuidad de la especie.
Fuente: EFE